domingo, 7 de abril de 2019

Una estrella en mi jardín, de Wendy Davies

Una estrella en mi jardín está lleno de magia, lleno de sueños, locuras y amor. Es uno de esos libros que te da pena acabar. Una de esas novelas que te hacen darte cuenta que las letras son también una forma de arte. 

Me lo acabé hace ya unas semanas, y ahora que me siento a escribir la reseña, lo recuerdo. Y se me llena el corazón de esa mezcla de cariño y añoranza que sentimos cuando rememoramos algo que en su momento nos hizo felices.


SINOPSIS
Algunos dicen que el miedo no es real, otros que la locura no puede ser lógica y luego están los que se atreven a asegurar que una estrella no puede vivir en un jardín.  
Claro que ellos no conocen a Alicia Little, una chica que tiene fobia a la gente y que vive escondida en casa de su abuelo hasta que una historia, una estrella, un armario y un nuevo vecino cambian su pequeño mundo de mentiras y la retan a vivir en el mundo real. Charlie le enseñará a fotografiar quizás a través de sus dibujos, a creer en seis imposibles antes del desayuno y cómo una persona puede hacerte sentir diminuta o gigante en el tiempo que tarda en caer al suelo un bote de mermelada, incluso cuando el miedo se empeña en hacerte invisible.  
¿Podrá Alicia amar algo que teme? ¿Será la curiosidad más grande que el miedo? 
Pierde el miedo y déjate seducir por este homenaje a Alicia en el País de las Maravillas cargado de quizás, pero cuidado; al miedo le encanta robar sueños.
OPINIÓN PERSONAL

La historia de amor entre Alicia y Charlie es una de las más bonitas que he leído nunca. Alicia es la locura, la ingenuidad, las ganas de vivir. Y Charlie es su salvavidas, su cordura, sus ganas de enseñarle el mundo. Su persona. A lo largo de los capítulos, vemos cómo se van conociendo y se van enamorando. Vivimos a su lado momentos que nos roban una sonrisa, y miradas que hacen que sintamos que no deberíamos estar siendo testigos de algo tan íntimo y especial. Es una historia de amor llena de imposibles y originalidad, pero tan real, tan única, que te deja sin aliento.

"Alicia era de esa clase de personas que pensaban que un dibujo podía estar solo y sentían pena por él. Charlie era de la clase de personas que pensaban que un dibujo podía hacer compañía a una pared solitaria y sentían alegría por los dos."

Y todo esto ocurre en un entorno cuidado hasta el más mínimo detalle y escrito con el más profundo cariño. Una vez más, las autoras han sabido recrear la historia a la que homenajean incluso en las cosas más simples. En los personajes encontramos al conejo de Alicia, al Sombrerero, a la Reina de Corazones. Cada uno, único y especial, nos roba el corazón de una manera diferente. Y es casi como un juego: ir labrando tu camino a lo largo de la novela e ir encontrando detalles, símbolos, escondidos entre las frases. 

"Le resultó curioso, realmente parecía como si alguien hubiera plantado allí una semilla de sofá y este hubiera brotado, creyéndose flor. Qué sofá más tonto, no sabía que los sofás no nacían de semillas, y precisamente al desconocer que no podía crecer de la tierra, creció."

Las autoras no han perdido tampoco esa forma de escribir que parece un poco como poesía sin versos. Esa forma de construir la historia y que todo cuadre, no dejar nada a la suerte. 

"No se le daban bien los animales. Una vez tuvo un pez que murió ahogado; se quedó flotando sobre la pecera, inerte. Y Charlie comprendió que ni él podía tener animales ni su pez sabía nadar."

Y, además, Una estrella en mi jardín viene con un regalo incluido. Porque, aunque en menos ocasiones de las que me gustaría, Wendy Davies nos da la oportunidad de reencontrarnos con los personajes de Recuerda que me quieres a los que tanto echábamos de menos. Como trasfondo de la historia de amor de Alicia y Charlie conocemos qué fue lo que pasó en esas partes que no vimos en la primera novela. El libro no es una continuación del otro, pero es bonito. Es bonito ver cómo encaja todo. Casi como si fuera un universo particular creado por las autoras, y nosotros unos meros espectadores invitados a disfrutarlo.

"Los niños eran más felices cuando esperaban la llegada de Papá Noel que cuando este ya había dejado diligentemente los regalos bajo el árbol. Una vez que los regalos se encontraban allí, la magia desaparecía con la espera. Alicia creía fervientemente que la felicidad se encontraba escondida en los momentos en los que estamos intentando alcanzarla."

En conclusión, con Una estrella en mi jardín, Wendy Davies nos trae una historia de amor preciosa, divertida, dulce y especial, rodeada de unos personajes que se convierten en tus amigos a lo largo de las páginas. Nos la hace llegar con una pluma que desprende magia y la convierte en la novela perfecta para acurrucarse en el sillón y disfrutar de lo bonitas que son las historias bien contadas.